Text 66
yad yasya vāniṣiddhaṁ syād
yena yatra yato nṛpa
sa teneheta kāryāṇi
naro nānyair anāpadi
yat—cualquier; yasya—de un hombre; vā—o; aniṣiddham—no prohibido; syāt—es así; yena—medios por los cuales; yatra—en lugar y tiempo; yataḥ—de los cuales; nṛpa—¡oh, rey!; saḥ—esa persona; tena—por ese proceso; īheta—debe realizar; kāryāṇi—actividades prescritas; naraḥ—una persona; na—no; anyaiḥ—por otros métodos; anāpadi—en ausencia de peligro.
En condiciones normales, en ausencia de peligro, ¡oh, rey Yudhiṣṭhira!, el hombre debe realizar sus actividades prescritas conforme a su posición en la vida; debe realizarlas valiéndose de los útiles, esfuerzos, procedimientos y residencia que no le estén prohibidos, y no debe recurrir a ningún otro medio.
SIGNIFICADO: Esa instrucción es válida para todos los hombres, sea cual sea su posición en la vida. Generalmente, la sociedad se divide en brāhmaṇas, kṣatriyas, vaiśyas, śūdras, brahmacārīs,vānaprasthas, sannyāsīs y gṛhasthas. Todos deben actuar conforme a su posición y deben tratar de complacer a la Suprema Personalidad de Dios, pues con ello su vida será un éxito. Esta es la instrucción que se dio en Naimiṣāraṇya:
ataḥ pumbhir dvija-śreṣṭhā
varṇāśrama-vibhāgaśaḥ
svanuṣṭhitasya dharmasya
saṁsiddhir hari-toṣaṇam
«¡Oh, el mejor de los nacidos por segunda vez!, se concluye, entonces, que la perfección más elevada que se puede alcanzar mediante el desempeño de los deberes prescritos [dharma] conforme a las divisiones de casta y órdenes de vida es complacer al Señor Hari» (Bhāg. 1.2.13). Todos deben actuar conforme a sus deberes prescritos con la finalidad de complacer a la Suprema Personalidad de Dios. De ese modo, todo el mundo será feliz.