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CAPÍTULO 21


El Señor arresta a Bali Mahārāja


Este capítulo explica que el Señor Viṣṇu, deseoso de dar a conocer las glorias de Bali Mahārāja, le hizo prisionero por no haber podido darle el tercer paso de tierra que Le había prometido.


Con Su segundo paso, la Suprema Personalidad de Dios alcanzó el planeta más elevado del universo, Brahmaloka, cuya belleza se vio apagada por la refulgencia de las uñas del pie del Señor. El Señor Brahmā, acompañado por grandes sabios como Marīci y las deidades regentes de todos los planetas superiores, ofreció entonces humildes oraciones al Señor y Le adoró. Después de lavar los pies de loto del Señor, Le ofrecieron adoración con todos los artículos necesarios. Ṛkṣarāja, Jāmbavān, sopló su bugle para hacer sonar las glorias del Señor. Al ver a Bali Mahārāja privado de todas Sus posesiones, los demonios se irritaron mucho, y levantaron sus armas contra el Señor Viṣṇu, aunque Bali les advirtió que no lo hiceran. Sin embargo, todos ellos fueron derrotados por los acompañantes eternos del Señor Viṣṇu y, siguiendo la orden de Bali Mahārāja, entraron en los planetas inferiores del universo. Garuḍa, el ave portadora de Viṣṇu, comprendiendo las intenciones de su Señor, apresó de inmediato a Bali Mahārāja con las cuerdas de Varuṇa. Cuando Bali Mahārāja quedó así reducido a la impotencia, el Señor Viṣṇu le pidió el tercer paso de tierra. El Señor Viṣṇu apreciaba la determinación y la integridad de Bali Mahārāja, de modo que, cuando este no pudo cumplir su promesa, decidió asignarle el planeta Sutala, que es mejor que los planetas del cielo.

Text 1:
Śukadeva Gosvāmī continuó: Al ver que la refulgencia de su morada, Brahmaloka, quedaba apagada ante el intenso resplandor de las uñas del pie del Señor Vāmanadeva, el Señor Brahmā, el que nació de una flor de loto, se acercó a la Suprema Personalidad de Dios. Aunque iba acompañado por todos los grandes sabios, con Marīci al frente, y por yogīs como Sanandana, ¡oh, rey!, en presencia de aquel deslumbrante resplandor, hasta el Señor Brahmā y su séquito parecían insignificantes.

Texts 2-3:
Entre las grandes personalidades que acudieron a adorar los pies de loto del Señor, se encontraban aquellos que habían alcanzado la perfección en el dominio de sí mismos y en los principios regulativos; también había expertos en lógica, en historia, en cultura general y en la sección de las Escrituras védicas que recibe el nombre de kalpa [que trata de antiguos episodios históricos]. Otros eran expertos en los complementos de los Vedas, como la Brahma-saṁhitā, en el conocimiento de los Vedas propiamente dichos [Sāma, Yajur, Ṛg y Atharva], o en el conocimiento védico suplementario [Āyur-veda, Dhanur-veda, etc.]. Estaban también quienes se habían liberado de las reacciones de las actividades fruitivas mediante el conocimiento trascendental obtenido con la práctica de yoga. Y, en fin, aquellos que habían alcanzado una morada en Brahmaloka, no por medio del karma común y corriente, sino gracias a su avance en el cultivo del conocimiento védico. Llenos de devoción, adoraron con oblaciones de agua el pie que el Señor Supremo había levantado. A continuación, el Señor Brahmā, el que nació de la flor de loto que emana del ombligo del Señor Viṣṇu, ofreció oraciones al Señor.

Text 4:
¡Oh, rey!, el agua del kamaṇḍalu del Señor Brahmā lavó los pies de loto del Señor Vāmanadeva, que recibe el nombre de Urukrama, «el que realiza actividades maravillosas». De ese modo, aquel agua se volvió tan pura que se transformó en el agua del Ganges, que fluye desde el cielo purificando los tres mundos como la fama pura de la Suprema Personalidad de Dios.

Text 5:
El Señor Brahmā y todas las deidades regentes de los sistemas planetarios adoraron entonces al Señor Vāmanadeva, su amo supremo, que había reducido Su forma omnipresente hasta adoptar de nuevo Su forma original. Para ello, reunieron todos los artículos y elementos necesarios.

Texts 6-7:
Entonces adoraron al Señor ofreciéndole flores fragantes, agua, pādya y arghya, pasta de sándalo y de aguru, incienso, lámparas, crema de arroz, cereales enteros, frutas, raíces y brotes. Mientras Le adoraban, ofrecían oraciones referidas a las gloriosas actividades del Señor y exclamaban: «¡jaya! ¡jaya!». También danzaban, cantaban y hacían sonar instrumentos musicales, caracolas y timbales, adorando de esa forma al Señor.

Text 8:
Jāmbavān, el rey de los osos, también se unió a la ceremonia. Haciendo sonar su bugle en todas direcciones, proclamó una gran fiesta para celebrar la victoria del Señor Vāmanadeva.

Text 9:
Los demoníacos seguidores de Mahārāja Bali se irritaron mucho al ver que su señor, que celebró sacrificios con gran determinación, había perdido todas sus posesiones, pues Vāmanadeva se las había quitado con la excusa de pedirle tres pasos de tierra. Entonces dijeron las siguientes palabras.

Text 10:
«En verdad que este Vāmana no es un brāhmaṇa, sino el Señor Viṣṇu, el peor engañador que existe. Ha adoptado la forma de un brāhmaṇa para ocultar Su verdadera forma y actuar en beneficio de los semidioses.

Text 11:
«Nuestro señor, Bali Mahārāja, ha renunciado a su potestad de castigo, pues así se lo exige la celebración del yajña. Y nuestro eterno enemigo, Viṣṇu, Se ha aprovechado de ello; disfrazado de mendigo brahmacārī, le ha quitado todas sus posesiones.

Text 12:
«Nuestro señor, Bali Mahārāja, es siempre muy fiel a la verdad, y especialmente en estas circunstancias, cuando ha sido iniciado para celebrar un sacrificio. Él siempre es bueno y misericordioso con los brāhmaṇas, y jamás podría mentir.

Text 13:
«Por lo tanto, nuestro deber es matar a este Vāmanadeva, el Señor Viṣṇu. Ese es nuestro principio religioso, la manera de servir a nuestro señor». Después de tomar esta decisión, los demoníacos seguidores de Mahārāja Bali empuñaron sus armas con ánimo de matar a Vāmanadeva.

Text 14:
¡Oh, rey!, los demonios, muy irritados y con la ira que les caracteriza, empuñaron sus lanzas y tridentes, y, contra la voluntad de Bali Mahārāja, arremetieron contra el Señor Vāmanadeva para matarle.

Text 15:
¡Oh, rey!, al ver que los soldados de los demonios se lanzaban violentamente contra ellos, los sirvientes del Señor Viṣṇu sonrieron. Empuñando sus armas, les ordenaron que depusieran su actitud.

Texts 16-17:
Nanda, Sunanda, Jaya, Vijaya, Prabala, Bala, Kumuda, Kumudākṣa, Viṣvaksena, Patattrirāṭ [Garuḍa], Jayanta, Śrutadeva, Puṣpadanta y Sātvata acompañaban al Señor Viṣṇu. Eran tan poderosos como diez mil elefantes, y comenzaron a matar a los soldados de los demonios.

Text 18:
Bali Mahārāja, al ver que los sirvientes del Señor Viṣṇu estaban acabando con sus soldados, recordó la maldición de Śukrācārya y prohibió a sus hombres continuar la lucha.

Text 19:
¡Oh, Vipracitti, Rāhu, Nemi, escucha mis palabras, por favor! No luches. Detente inmediatamente, pues este momento no es favorable para nosotros.

Text 20:
¡Oh, daityas!, ningún esfuerzo humano podría acabar con la Suprema Personalidad de Dios, que puede traer la felicidad y el sufrimiento a todas las entidades vivientes.

Text 21:
Antes, el supremo factor tiempo, que representa a la Suprema Personalidad de Dios, estaba de nuestra parte y no favorecía a los semidioses, pero ahora ese mismo factor tiempo está en contra nuestra.

Text 22:
El tiempo es una representación de la Suprema Personalidad de Dios, y nadie puede vencerlo con el poder material, los consejos de los ministros, la inteligencia, la diplomacia, mantras místicos, drogas, hierbas, fortificaciones o ningún otro procedimiento.

Text 23:
Cuando la providencia les dio el poder, vencieron a un gran número de seguidores del Señor Viṣṇu. Pero hoy, esos mismos seguidores rugen como leones, llenos de júbilo por habernos vencido.

Text 24:
Si la providencia no está de nuestra parte, no podremos lograr la victoria. Por lo tanto, debemos esperar al momento favorable en que nos sea posible derrotarles.

Text 25:
Śukadeva Gosvāmī continuó: ¡Oh, rey!, obedeciendo la orden de su señor, Bali Mahārāja, todos los jefes de los demonios ydaityas entraron en las regiones inferiores del universo, conducidos por los soldados de Viṣṇu.

Text 26:
A continuación, en el día de soma-pāna, una vez terminado el sacrificio, Garuḍa, el rey de las aves, que comprendía el deseo de su amo, arrestó a Bali Mahārāja atándole con las cuerdas de Varuṇa.

Text 27:
Cuando el Señor Viṣṇu, que es el más poderoso, hubo así arrestado a Bali Mahārāja, en los sistemas planetarios superiores e inferiores, y en todas las direcciones del universo, se levantó un gran clamor de lamentación.

Text 28:
¡Oh, rey!, la Suprema Personalidad de Dios, Vāmanadeva, habló entonces al muy magnánimo y famoso Bali Mahārāja, a quien había arrestado atándole con las cuerdas de Varuṇa. Aunque había perdido todo su brillo corporal, Bali Mahārāja permanecía firme en su determinación.

Text 29:
¡Oh, rey de los demonios!, tú Me has prometido tres pasos de tierra, pero Yo he ocupado todo el universo con dos pasos. Piensa ahora en un lugar para que Yo dé Mi tercer paso.

Text 30:
Allí donde brillan el Sol, la Luna y las estrellas, allí donde las nubes derraman lluvias, toda la tierra del universo te pertenece.

Text 31:
De todo ello, con un paso he ocupado Bhūrloka, y con Mi cuerpo, el cielo y todas las direcciones. Tú estabas presente cuando ocupé el sistema planetario superior con Mi segundo paso.

Text 32:
Puesto que no has podido dar caridad conforme habías prometido, te corresponde descender a los planetas infernales. Por lo tanto, desciende inmediatamente y vive allí, para que se cumpla la orden de Śukrācārya, tu maestro espiritual.

Text 33:
Lejos de elevarse a los planetas celestiales o de ver satisfechos sus deseos, aquel que promete algo a un mendigo, pero no se lo da, desciende a una condición de vida infernal.

Text 34:
Envanecido de tus posesiones, prometiste que Me darías tierras, pero no has podido cumplir tu palabra. Por haberme hecho una promesa falsa, debes vivir unos años en el infierno.

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