Text 10
etāvaty ātmajair vīra
kāryā hy apacitir gurau
śaktyāpramattair gṛhyeta
sādaraṁ gata-matsaraiḥ
etāvatī—exactamente así; ātmajaiḥ—por la progenie; vīra—¡oh, héroe!; kāryā—debe realizarse; hi—sin duda; apacitiḥ—adoración; gurau—al superior; śaktyā—con toda la capacidad; apramattaiḥ—por el cuerdo; gṛhyeta—debe aceptarse; sa-ādaram—con gran deleite; gata-matsaraiḥ—por aquellos que están más allá del límite de la envidia.
¡Oh, héroe! Tu ejemplo es perfectamente adecuado para un hijo en relación con su padre. Esta clase de adoración hacia el superior es necesaria. Aquel que está más allá del límite de la envidia y que es cuerdo acepta la orden de su padre con gran deleite, e intenta ejecutarla con toda su capacidad.
SIGNIFICADO: Cuando los cuatro anteriores hijos de Brahmā, los sabios Sanaka, Sanātana, Sanandana y Sanat-kumāra, rehusaron obedecer a su padre, Brahmā se sintió mortificado, y su ira se manifestó en la forma de Rudra. Brahmā no había olvidado ese incidente, y, por lo tanto, la obediencia de Manu Svāyambhuva era muy alentadora. Desde el punto de vista material, la desobediencia de los cuatro sabios a la orden de su padre era, sin duda, abominable, pero debido a que esa desobediencia tenía un propósito superior, estaban libres de la reacción a la desobediencia. Sin embargo, aquellos que desobedecen a sus padres en términos materiales reciben, sin ninguna duda, una reacción disciplinaria por su desobediencia. La obediencia de Manu a su padre en términos materiales se encontraba, ciertamente, libre de envidia, y en el mundo material es imperativo para los hombres corrientes seguir el ejemplo de Manu.