Text 33
tat tvaṁ kuru mayādiṣṭam
apramattaḥ prajāpate
mad-ādeśa-karo lokaḥ
sarvatrāpnoti śobhanam
tat—por lo tanto; tvam—tú; kuru—haz; mayā—por Mí; ādiṣṭam—lo que se ordena; apramattaḥ—sin dejarte descarriar; prajā-pate—¡oh, señor de los ciudadanos!; mat—de Mí; ādeśa-karaḥ—que cumple la orden; lokaḥ—toda persona; sarvatra—en todas partes; āpnoti—logra; śobhanam—toda buena fortuna.
Mi querido rey, ¡oh, protector de los ciudadanos!, de ahora en adelante sé muy cuidadoso en cumplir Mis órdenes, y no dejes que nada te desvíe. Todo el que viva de esa forma, cumpliendo fielmente Mis órdenes, siempre encontrará buena fortuna donde quiera que vaya.
SIGNIFICADO: La esencia de la vida religiosa consiste en cumplir las órdenes de la Suprema Personalidad de Dios; quien así lo hace es perfectamente religioso. En el Bhagavad-gītā (18.65), Kṛṣṇa, el Señor Supremo, dice: man-manā bhava mad-bhaktaḥ: «Simplemente piensa siempre en Mí y conviértete en Mi devoto». Además, el Señor añade: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja: «Abandona toda clase de ocupación material y sencillamente entrégate a Mí» (Bg. 18.66). Ese es el principio fundamental de la religión. Todo el que cumpla directamente esa orden de la Personalidad de Dios es de hecho una persona religiosa. Los demás no son más que farsantes, pues en el mundo hay muchas actividades supuestamente religiosas que en realidad no lo son. Sin embargo, el que cumple la orden de la Suprema Personalidad de Dios encuentra buena fortuna donde quiera que vaya.