CAPÍTULO 5
Los semidioses acuden al Señor
en busca de protección
En este capítulo se habla de los manus quinto y sexto; también presenta las oraciones de los semidioses, que fueron maldecidos por Durvāsā Muni.
El quinto manu fue Raivata. Era hermano de Tāmasa, el cuarto manu, de quien ya antes se habló. Arjuna, Bali y Vindhya fueron hijos de Raivata. Durante su reinado, el rey del cielo, indra, fue Vibhu. Entre los semidioses estaban los Bhūtarayas, y entre los siete ṛṣis, Hiraṇyaromā, Vedaśirā y Ūrdhvabāhu. El ṛṣi llamado Śubhra trajo al mundo a la Suprema Personalidad de Dios, Vaikuṇṭha, por intermedio de su esposa, Vikuṇṭhā. Esa Suprema Personalidad de Dios manifestó un planeta Vaikuṇṭha cuando Ramādevī se lo pidió. De Su poder y Sus actividades se habla en el Tercer Canto.
El sexto manu fue Cākṣuṣa, hijo de Cakṣu Manu. De entre los hijos de este sexto manu, nombraremos a Pūru, Pūruṣa y Sudyumna. Durante su reinado, el rey de los planetas celestiales, indra, fue Mantradruma. Entre los semidioses estaban los Āpyas, y entre los siete ṛṣis, Haviṣmān y Vīraka. Devasambhūti, la esposa de Vairāja, fue madre de Ajita, una encarnación de la Suprema Personalidad de Dios. Ese Ajita, adoptando la forma de una tortuga y sosteniendo la montaña Mandara sobre Su caparazón, batió el océano y produjo néctar para los semidioses.
Mahārāja Parīkṣit tenía un gran deseo de escuchar el pasatiempo de batir el océano, de modo que Śukadeva Gosvāmī comenzó por explicarle que los semidioses, maldecidos por Durvāsā Muni, habían sido vencidos por los asuras en una batalla. Viéndose privados de su reino celestial, acudieron a la casa de asambleas del Señor Brahmā y le informaron de lo ocurrido. Brahmā entonces les acompañó hasta la orilla del océano de leche y allí ofreció oraciones a Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu.
Text 1:
Śukadeva Gosvāmī continuó: ¡Oh, rey!, te he explicado así el pasatiempo Gajendra-mokṣaṇa. Escucharlo es una gran actividad piadosa; quien escucha esas actividades del Señor puede liberarse de todas las reacciones pecaminosas. Ahora escucha, por favor, la historia de Raivata Manu.
Text 2:
El quinto manu fue Raivata, que era hermano de Tāmasa Manu. Entre sus hijos, los principales fueron Arjuna, Bali y Vindhya.
Text 3:
¡Oh, rey!, en el milenio de Raivata Manu, el rey del cielo fue Vibhu; entre los semidioses estuvieron los Bhūtarayas, y entre los siete brāhmaṇas que ocuparon los siete planetas estuvieron Hiraṇyaromā, Vedaśirā y Ūrdhvabāhu.
Text 4:
De la unión de Śubhra y su esposa, Vikuṇṭhā, hizo Su advenimiento la Suprema Personalidad de Dios, Vaikuṇṭha, junto con semidioses que eran Sus expansiones personales plenarias.
Text 5:
Para satisfacer a la diosa de la fortuna, que Se lo había pedido, la Suprema Personalidad de Dios, Vaikuṇṭha, creó otro planeta Vaikuṇṭha, que es adorado por todos.
Text 6:
Las grandes actividades y las cualidades trascendentales de las diversas encarnaciones de la Suprema Personalidad de Dios están explicadas de un modo maravilloso, pero a veces no somos capaces de entenderlas. Aun así, para el Señor Viṣṇu todo es posible. Si se pudieran contar los átomos del universo, se podrían enumerar las cualidades de la Suprema Personalidad de Dios. Pero ni los átomos del universo pueden ser contados, ni las cualidades trascendentales del Señor enumeradas.
Text 7:
Cākṣuṣa, el hijo de Cakṣu, fue el sexto manu. Tuvo muchos hijos; los principales fueron Pūru, Pūruṣa y Sudyumna.
Text 8:
Durante el reinado de Cākṣuṣa Manu, el rey del cielo fue Mantradruma. Entre los semidioses estuvieron los Āpyas, y entre los grandes sabios, Haviṣmān y Vīraka.
Text 9:
En el sexto milenio manvantara, el Señor Viṣṇu, el amo del universo, advino en forma de Su expansión parcial. Fue engendrado por Vairāja en el vientre de su esposa, Devasambhūti, y Su nombre fue Ajita.
Text 10:
Ajita batió el océano de leche y produjo néctar para los semidioses. En forma de tortuga, iba de un lugar a otro, cargando sobre Su caparazón la gran montaña Mandara.
Texts 11-12:
El rey Parīkṣit preguntó: ¡Oh, gran brāhmaṇa, Śukadeva Gosvāmī! ¿Por qué razón batió el Señor Viṣṇu el océano de leche? ¿Cómo lo hizo? ¿Por qué entró en el agua en forma de tortuga y sostuvo la montaña Mandara? ¿Cómo obtuvieron el néctar los semidioses, y qué más cosas se produjeron al batir el océano? Por favor, explícame esas maravillosas actividades del Señor.
Text 13:
Mi corazón, perturbado por las tres condiciones miserables de la vida material, no se ha saciado todavía de escuchar tu relato de las gloriosas actividades del Señor, la Suprema Personalidad de Dios, que es el amo de los devotos.
Text 14:
Śrī Sūta Gosvāmī dijo: ¡Oh, brāhmaṇas eruditos que se han reunido en Naimiṣāraṇya!, después de escuchar al rey, Śukadeva Gosvāmī, el hijo de Dvaipāyana, le felicitó por su pregunta y se esforzó por continuar su explicación de las glorias de la Suprema Personalidad de Dios.
Texts 15-16:
Śukadeva Gosvāmī dijo: En el transcurso de una batalla, los asuras lanzaron sus armas-serpiente contra los semidioses; en aquel violento ataque cayeron y perdieron la vida muchos semidioses, sin que pudieran ser revividos. Por aquel entonces, ¡oh, rey!, los semidioses habían sido maldecidos por Durvāsā Muni y los tres mundos estaban sumidos en una gran pobreza, de modo que no se podían celebrar ceremonias rituales. Las consecuencias fueron muy graves.
Texts 17-18:
El Señor Indra, Varuṇa y los demás semidioses, al verse en aquellas condiciones, deliberaron entre sí, pero no pudieron hallar ninguna solución. Finalmente, todos los semidioses se reunieron y fueron juntos a la cima del monte Sumeru. Allí, en la sala de asambleas del Señor Brahmā, se postraron ofreciendo reverencias e informaron al Señor Brahmā de todo lo ocurrido.
Texts 19-20:
Al ver que los semidioses habían perdido toda su fuerza y su influencia, y que, como consecuencia de ello, los tres mundos estaban desprovistos de toda buena fortuna, con los demonios en una situación de prosperidad, mientras que los semidioses pasaban grandes dificultades, el Señor Brahmā, que está por encima de todos los semidioses y es extraordinariamente poderoso, concentró su mente en la Suprema Personalidad de Dios. Así reanimado, su rostro se iluminó, y dirigió a los semidioses las siguientes palabras.
Text 21:
El Señor Brahmā dijo: Tanto yo como ustedes, los semidioses, así como el Señor Śiva, los demonios, las entidades vivientes nacidas del sudor, los seres vivos que nacen de huevos, los árboles y las plantas que brotan de la tierra, y las entidades vivientes que nacen de un embrión, venimos del Señor Supremo, de Su encarnación de rajo-guṇa [el Señor Brahmā, el guṇa-avatāra] y de los grandes sabios [ṛṣis] que son parte de mí. Por lo tanto, acudamos todos al Señor Supremo y refugiémonos en Sus pies de loto.
Text 22:
Para la Suprema Personalidad de Dios no hay nadie que deba ser matado, protegido, desdeñado o adorado. Sin embargo, en función del momento, y con vistas a la creación, el mantenimiento o la aniquilación, Él adopta diversas encarnaciones, con formas que pueden estar, bien sea bajo la modalidad de la bondad, de la pasión o de la ignorancia.
Text 23: vv
Ahora es el momento de invocar la modalidad de la bondad de las entidades vivientes que han recibido cuerpos materiales. La modalidad de la bondad tiene por objeto establecer el gobierno del Señor Supremo, que mantendrá la existencia de la creación. Por lo tanto, este es el momento oportuno para refugiarse en la Suprema Personalidad de Dios. Él es por naturaleza muy bondadoso con los semidioses, para quienes es muy querido. Por lo tanto, Él nos otorgará, ciertamente, toda buena fortuna.
Text 24:
¡Oh, Mahārāja Parīkṣit, subyugador de todos los enemigos!, después de hablar así, el Señor Brahmā guió a los semidioses hasta la morada de la Suprema Personalidad de Dios, que está más allá del mundo material. La morada del Señor se encuentra en una isla llamada Śvetadvīpa, situada en el océano de leche.
Text 25:
Allí [en Śvetadvīpa], el Señor Brahmā ofreció oraciones a la Suprema Personalidad de Dios, a pesar de que nunca había visto al Señor Supremo. Simplemente porque había escuchado las afirmaciones de las Escrituras védicas acerca de la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Brahmā, con la mente fija, ofreció al Señor oraciones como las que se recogen o aprueban en esas Escrituras.
Text 26:
El Señor Brahmā dijo: ¡Oh, Señor Supremo!, ¡oh, inmutable e ilimitada Verdad Suprema!, Tú eres el origen de todo. Tú eres omnipresente, de modo que estás en el corazón de todos e incluso en el átomo. Tú no tienes cualidades materiales. En verdad, eres inconcebible. La mente no puede entenderte por medio de la especulación, y las palabras no alcanzan a describirte. Tú eres el amo supremo de todos, y por ello eres digno de la adoración de todos. Te ofrecemos nuestras respetuosas reverencias.
Text 27:
Directa e indirectamente, la Suprema Personalidad de Dios sabe cómo actúa todo bajo Su control, incluyendo la fuerza vital, la mente y la inteligencia. Él lo ilumina todo; en Él no hay ignorancia. Él no tiene un cuerpo material expuesto a las reacciones de actividades anteriores, y está libre de la ignorancia de la parcialidad y de la educación materialista. Por ello me refugio en los pies de loto del Señor Supremo, que es eterno, omnipresente y tan grande como el cielo, y que adviene con seis opulencias en tres yugas [Satya, Tretā y Dvāpara].
Text 28:
En el ciclo de las actividades materiales, el cuerpo material es como la rueda del carro de la mente. Los diez sentidos [cinco para la acción y cinco para adquirir conocimiento] y los cinco aires vitales que circulan en el cuerpo son los quince radios de la rueda del carro. Las tres modalidades de la naturaleza [bondad, pasión e ignorancia] son su centro de actividades, y los ocho elementos de la naturaleza [tierra, agua, fuego, aire, cielo, mente, inteligencia y ego falso] forman su llanta. La energía externa, la energía material, es como la energía eléctrica que la mueve. Así, esa rueda gira a gran velocidad alrededor de su soporte o cubo central, la Suprema Personalidad de Dios, que es la Superalma y la Verdad Suprema. A Él ofrecemos respetuosas reverencias.
Text 29:
La Suprema Personalidad de Dios está situado en el plano de la bondad pura [śuddha-sattva], de modo que es eka-varṇa, el oṁkāra [praṇava]. El Señor está más allá de la manifestación cósmica, que se considera oscuridad, y por lo tanto no es visible a los ojos materiales. No obstante, no está separado de nosotros por el tiempo o el espacio, sino que está en todas partes. Sentado en Su ave portadora, Garuḍa, es adorado mediante el poder del yoga místico por quienes se han liberado de toda agitación. Ofrezcámosle respetuosas reverencias.
Text 30:
Nadie puede superar la energía ilusoria [māyā] de la Suprema Personalidad de Dios, que, con su inmensa fuerza, nos confunde a todos y nos hace perder la capacidad de entender el objetivo de la vida. Sin embargo, esa misma māyā es vencida por la Suprema Personalidad de Dios, que gobierna a todos y mantiene una actitud ecuánime hacia todas las entidades vivientes. A Él ofrecemos respetuosas reverencias.
Text 31:
Como nuestros cuerpos están constituidos de sattva-guṇa, nosotros, los semidioses, permanecemos interna y externamente en el plano de la bondad. Esa es también la posición de los grandes santos. Por lo tanto, si ni siquiera nosotros podemos entender a la Suprema Personalidad de Dios, ¿qué puede decirse de aquellos que, por su constitución corporal, son muy insignificantes y permanecen bajo las modalidades de la pasión y la ignorancia? ¿Cómo van a entender al Señor? Ofrezcamos al Señor respetuosas reverencias.
Text 32:
En este mundo hay cuatro clases de entidades vivientes, y todas han sido creadas por Él. La creación material reposa sobre Sus pies de loto. Él es la gran Persona Suprema, pleno de opulencia y de poder. Que Él Se complazca con nosotros.
Text 33:
Toda la manifestación cósmica ha surgido del agua; gracias al agua se mantienen, viven y crecen todas las entidades vivientes. Ese agua no es otra cosa que el semen de la Suprema Personalidad de Dios. Que esa Suprema Personalidad de Dios, cuya potencia es tan grande, Se complazca con nosotros.
Text 34:
Soma, la Luna, es la fuente de los cereales y de la fuerza y longevidad de todos los semidioses. Él es también el amo de toda la vegetación y la fuente de la capacidad reproductora de todas las entidades vivientes. Como afirman los sabios eruditos, la Luna es la mente de la Suprema Personalidad de Dios. Que esa Suprema Personalidad de Dios, fuente de toda opulencia, Se complazca con nosotros.
Text 35:
El fuego, que ha nacido para aceptar las oblaciones en las ceremonias rituales, es la boca de la Suprema Personalidad de Dios. El fuego existe en las profundidades del océano, donde produce riquezas, y se encuentra también en el abdomen para digerir los alimentos y producir diversas secreciones destinadas a mantener el cuerpo. Que esa supremamente poderosa Personalidad de Dios Se complazca con nosotros.
Text 36:
El dios del Sol señala la senda de la liberación, que recibe el nombre de arcirādi-vartma. Él es la principal fuente de comprensión de los Vedas y la morada en que se puede adorar a la Verdad Absoluta. Él es la puerta de la liberación y la fuente de la vida eterna, así como la causa de la muerte. El dios del Sol es el ojo del Señor. Que ese Supremo Señor, que es supremamente opulento, Se complazca con nosotros.
Text 37:
Todas las entidades vivientes, móviles e inmóviles, reciben la fuerza vital, la fuerza física y la vida misma del aire. Todos nosotros seguimos al aire para obtener fuerza vital, como sirvientes que siguen a un emperador. La fuerza vital del aire se genera de la fuerza vital original de la Suprema Personalidad de Dios. Que ese Señor Supremo Se complazca con nosotros.
Text 38:
Que la supremamente poderosa Personalidad de Dios Se complazca con nosotros. De Sus oídos se generan las direcciones, de Su corazón vienen los orificios del cuerpo, y de Su ombligo vienen la fuerza vital, los sentidos, la mente, el aire que circula en el cuerpo, y el éter, que es el refugio del cuerpo.
Text 39:
Del poder del Señor se generó Mahendra, el rey del cielo; de Su misericordia, los semidioses; de Su ira, el Señor Śiva; y de Su sobria inteligencia, el Señor Brahmā. Los mantras védicos se generaron de los orificios del cuerpo del Señor, y los grandes santos y prajāpatis, de Sus genitales. Que ese Señor supremamente poderoso Se complazca con nosotros.
Text 40:
De Su pecho se generó la diosa de la fortuna, de Su sombra los habitantes de Pitṛloka, de Su pecho la religión, y la irreligión [lo contrario de la religión] de Su espalda. Los planetas celestiales se generaron de lo más alto de Su cabeza, y las apsarās, de Su disfrute sensorial. Que esa supremamente poderosa Personalidad de Dios Se complazca con nosotros.
Text 41:
Los brāhmaṇas y el conocimiento védico vienen de la boca de la Suprema Personalidad de Dios; los kṣatriyas y la fuerza física, de Sus brazos; los vaiśyas, con su experto conocimiento de la productividad y de la riqueza, de Sus muslos; y los śūdras, que están fuera del ámbito del conocimiento védico, de Sus pies. Que esa Suprema Personalidad de Dios, que está pleno de poder, Se complazca con nosotros.
Text 42:
La codicia se genera de Su labio inferior, el afecto de Su labio superior, el brillo corporal de Su nariz, los deseos de disfrute animal de Su sentido del tacto, Yamarāja de Sus cejas, y el tiempo eterno de Sus pestañas. Que esa Suprema Personalidad de Dios Se complazca con nosotros.
Text 43:
Todos los eruditos dicen que los cinco elementos, el tiempo eterno, la actividad fruitiva, las tres modalidades de la naturaleza material y las diversidades que son producto de esas modalidades, son creaciones de yogamāyā. Por consiguiente, este mundo material es muy difícil de entender; pero las personas que son muy eruditas y elevadas lo han rechazado. Que la Suprema Personalidad de Dios, que es el controlador de todo, Se complazca con nosotros.
Text 44:
Ofrezcamos respetuosas reverencias a la Suprema Personalidad de Dios, que es completamente silencioso, que está libre de todo esfuerzo y que está completamente satisfecho en virtud de Sus propios logros. Él no tiene los sentidos apegados a las actividades del mundo material. En verdad, cuando lleva a cabo Sus pasatiempos en el mundo material, es tan desapegado como el aire.
Text 45:
¡Oh, Suprema Personalidad de Dios!, nos hemos entregado a Ti, pero ahora deseamos verte. Por favor, haz que Tu forma original y Tu sonriente cara de loto sean visibles a nuestros ojos, y que podamos percibirlas con nuestros sentidos.
Text 46:
¡Oh, Señor!, ¡oh, Suprema Personalidad de Dios!, por Tu propia voluntad apareces en diversas encarnaciones, milenio tras milenio, y actúas de un modo maravilloso, realizando actividades extraordinarias que a nosotros nos serían imposibles.
Text 47:
Los karmīs están siempre muy deseosos de atesorar riquezas para complacer los sentidos, pero para ello tienen que trabajar con gran tesón. Sin embargo, por mucho que trabajan, no obtienen resultados satisfactorios. De hecho, muchas veces el único resultado de su trabajo es la frustración. En cambio, los devotos que han dedicado sus vidas al servicio del Señor pueden alcanzar resultados sustanciales sin esforzarse demasiado. Esos resultados van más allá de lo que ellos mismos podrían esperar.
Text 48:
Las actividades que se dedican a la Suprema Personalidad de Dios, por pocas que sean, nunca son en vano. La Suprema Personalidad de Dios es el padre supremo, y por ello las entidades vivientes sentimos un gran afecto natural por Él; Él siempre está dispuesto a actuar por nuestro bien.
Text 49:
Al regar la raíz de un árbol, el tronco y las ramas también quedan satisfechos. Del mismo modo, el devoto del Señor Viṣṇu está sirviendo a todo el mundo, pues el Señor es la Superalma de todos.
Text 50:
Mi Señor, Te ofrecemos reverencias a Ti, que eres eterno y estás más allá de los límites temporales del pasado, el presente y el futuro. Tú eres inconcebible en Tus actividades, eres el amo de las tres modalidades de la naturaleza material, y, como eres trascendental a todas las cualidades materiales, estás libre de contaminación material. Aunque eres el controlador de las tres modalidades de la naturaleza material, en el momento actual favoreces la cualidad de la bondad. Te ofrecemos respetuosas reverencias.